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Mi Buen Alfarero es una fundación sin ánimo de lucro, cuya labor consiste en
brindar un hogar a niños desde los tres años, que en su mayoría son hijos de
personas reclusas en diferentes penitenciarías. Dichas ayudas, como vivienda y
sustento, también se suministra a mujeres que recién recuperaron su libertad; del
mismo modo se benefician personas venezolanas sin lugar para hospedarse.
Esta fundación lleva cerca de 17 años realizando dicha labor social, y desde hace
4 años tienen sus instalaciones en una finca próxima al corregimiento de
Altagracia. Dentro del hogar hay 20 personas, incluyendo al personal que labora
con las necesidades del lugar y su dueña, que permanece allí las 24 horas
pendiente de las personas beneficiadas.


Las personas que lideran esta labor social son Ana Milena Toroque, que se hace
cargo de todo lo relacionado con el sostenimiento del hogar; y su hermana, que
pertenece a la Confraternidad Carcelaria y brinda la palabra de Dios a la población
presidiaria en la cárcel de mujeres y la cárcel de Santa Rosa de Cabal,
conociendo las necesidades de las personas reclusas y la vulnerabilidad a través
de la desprotección de sus hijos, ya que después de los 3 años de edad, los niños
pequeños son apartados de sus madres.


Mi Buen Alfarero tiene una conexión con el banco de alimentos suministrado por la
Fundación Cáritas; se dirigen a sus instalaciones entre una y dos veces al mes,
dependiendo de las necesidades que requiera el hogar. También pertenecen al
programa 'Vaso de Leche', donde se suministra leche con cereal y un desayuno


saludable a las personas instaladas en el hogar. Fuera de la conexión con Cáritas,
el hogar se apoya en donaciones y mercados de personas voluntarias que
conocen la labor que realiza dicha Fundación.

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